Queda demostrado que belleza, buen gusto y un atractivo innato también pueden combinarse en un vehículo pensado esencialmente para el trabajo. Las definiciones de la familia BERLINGO se hacen extensivas a este modelo y, en ese marco estético, sobresale el tratamiento frontal, con tomas de aire destacadas y ópticas grandes que integran las luces de giro, la armonía de un conjunto elegante, donde el doble chevrón cobra protagonismo escénico en la parrilla de trazos horizontales y el rediseño del capot. El diseño también se manifiesta en las aplicaciones del uso diario, esas que se valoran cotidianamente: por eso las puertas simétricas traseras son del tipo batiente y permiten un ángulo de apertura de 180º para facilitar el acceso al espacio de carga.